Recientemente supimos que una legisladora porteña pidió descatalogar una joya arquitectónica protegida como la "Casa Anda" de San Cristóbal y avanzar en su demolición, argumentando peligro de derrumbe inminente
Pero este inmueble no es uno más. Fue realizado por el célebre Virginio Colombo a principios del siglo XX.
La casa está ubicada en Avenida Entre Ríos al 1077 y todos sus materiales fueron traídos de Europa. Hay pisos de roble, frescos y bronces que decoran el lugar.
Por eso, duele cómo estas obras de arte se van muriendo de a poco. Duele el deterioro. Las glorias pasadas de un edificio emblemático no alcanzan para mantenerlo y no dejarlo morir.
¿Quién cuida nuestro patrimonio cultural y arquitectónico? ¿Se puede evitar su demolición?.
El abandono de este edificio viene de muchos años atrás y hoy el negocio cierra por todos lados. La demolición en sí ya es un negocio brillante.
Luego vendrá un moderno edificio de departamentos, uno más entre tantos, sin ninguna identidad.
Sólo un frío y simple negocio de compra y venta. Me niego a que no haya salida. Tal vez sí la haya en el ámbito privado.
El edificio merece ser restaurado y bien podría algún inversor extranjero comprar y rescatar esta joya situada a metros del Congreso de la Nación y con la firma del autor de la Casa de los Pavos Reales y de la Casa Calise.
Hay, sin duda, una oportunidad. Dejemos de bombardear a Buenos Aires y veamos si es posible darle una oportunidad a esta obra de arte.
Por Oscar Puebla, arquitecto y broker inmobiliario